sábado, 2 de mayo de 2020

Duquesa y Venezuela



Freddy Medrano

Durante el segundo gobierno del expresidente Leonel Fernández tuve la segunda oportunidad de conversar, en mi calidad de reportero de Noticiario Popular, con el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, entonces presidente de Venezuela, en el Palacio Nacional. En la primera ocasión lo hice en los salones del Consejo Nacional de Hombres de Empresa, que funcionaban en la torre del BHD, cuando Chávez, ya fuera de la vida militar, buscaba la formación de un partido en Venezuela.

Durante la plática en el Palacio Nacional, Chávez también entabló una conversación con Amílcar Romero, a la sazón secretario de Agricultura. La conversación entre el mandatario venezolano y el funcionario dominicano giró sobre la necesidad de un intercambio entre Caracas y Santo Domingo de aceite de higuereta por habichuelas.

-Oye Amílcar, yo me acuerdo cuando mi madre me daba aceite de higuereta allá en el estado de Sabaneta-, dijo un entusiasta Chávez.

-Pues al rato, tenía que mandarme para el monte-, endulzó la conversación.

En ese momento, el presidente de Venezuela presentaba al mandatario Fernández una brigada de expertos venezolanos en la extinción de incendios.
Para esos meses el país estaba siendo azotado por una gran cantidad de incendios forestales que parecían incontrolables.

El gobierno dominicano decidió pedir ayuda a Venezuela para enfrentar la situación de los fuegos en las montañas.

Ahora que el incendio de Duquesa podría afectar la vida de más de tres millones de dominicanos (Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo), me parece razonable que las autoridades pidan ayuda no solo a Venezuela, sino a cualquier otro país vecino.

No quiero pensar que se tome la misma actitud que adoptó el ministro de Salud Pública cuando rechazó de cuajo la sugerencia de que médicos cubanos llegaran al país a combatir el coronavirus.

Lo de Duquesa podría agravar aún más la situación de la pandemia, teniendo en cuenta los estragos que ha provocado la enfermedad en el sistema sanitario, y la escasez de neumólogos para tratar los casos de enfermedades respiratorias.
Creo haber hecho un aporte.

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